lunes, mayo 21, 2007

KIM Y NOVAK NO ES UNA ACTRIZ














Nota de Cristina Civale
Clarin noviembre 7 de 2006




Al menos no sólo. La exuberante rubia de Picnic o la trastornada musa de HItchcock en Vértigo fue la inspiración para otra exhuberancia: el bar más caliente de la noche porteña: el Kim Novak.
Ubicado en la ex zona roja de la ciudad, en la esquina de Godoy Cruz y Güemes, sus dueños, los entrañables Bosco & Jojo, ellos mismos animales nocturnos, talentosos artistas y destacados directores de arte –fueron los elegidos por Won Kar Wai para diseñar Happy together- hacen militancia de la diversión. Casi un voluntariado. Ellos cruzaron fronteras se fueron a crear a Barcelona, no les gustó y tuvieron el coraje de volver y cruzar otra frontera: la de armar un bar de arte con el resultado de todos sus viajes y también de sus fantasmas. Arte vivienteNo les vimos la caja, pero estamos seguros de que la facturación es ridícula por todo lo que ofrecen.
Y ofrecen esto: un rincón de libertad para todos y todas –los idiotas de siempre los ponen en las guías de bares gays, se ve que nunca entraron- porque en el Kim pasa todo el mundo: los heteros más grasas y los más refinados, turistas advertidos, transexuales avispados, parejas consolidadas, mujeres solas, hombres solos y mucho músico, actor, videasta pero camioneros de bicep trabajado y chamullo inteligente. Lo exclusivo se arma con glamour e inteligencia. El único pase exigido a la hora de entrar.El clima lo crearon sus dueños. Lo mejor de los 70 , los 80 y los 90 en el cóctel agitado de domingo a domingo de un bar que no nos deja solos ninguna noche. Una planta baja con mesas y sillas, una barra kitsch y sótano para urdir secretos. ¿Qué más se puede pedir?El Kim mantiene vivo el espíritu rebelde de Buenos Aires.
Hoy celebran 2 años en una fiesta dress up y de entrada exclusiva, por una vez. Como dicen en la invitación a los festejos: 730 días de desencuentros, alegría, llanto, música, gritos, sustos y amor.Pero sobre todo: un espacio de pertenencia. De los que ya no quedan en la ciudad. Un living entrañable, un punto de encuentro, de partida o de salida. Un punto imperdible. Un faro en la noche aburrida y repetida. ¿A dónde iremos por la noche si nos abandonan? Feliz cumpleaños, Kim.
Publicado por Cristina Civale en Noviembre 7, 2006 11:59 AM

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